Cuando Lucía descubre la infidelidad, Ricardo propone a Clara una relación más estable entre ellos, la mujer pospone la decisión, hasta resolver como quedaría su situación financiera son la separación.
capítulo 13
-Hola Clara
-Hola amor, ya crei que iba a ser otra noche sin encontrarnos!
-Que no suene a reproche, pero los últimos días estuve horas esperándote, no puedo llamarte, mandarte un mensaje, en las noches, dependo solo de la computadora….
-El domingo Tulio volvió temprano de navegar y el….
Sin esperar que termine la frase, comienza la respuesta:
-No perdamos tiempo en hablar de los otros, hablemos de nosotros.
-Quería aclarar, despejar cualquier duda, sino te importa, vayamos a lo nuestro. Mañana estaremos juntos, quiero besarte, ser tuya
-Tendremos cuatro días para nosotros, cuanto hace que no despertamos juntos, abrazados, observando el amanecer
-Hummmmm
-Mejor no adelantarnos, sino salgo ahora mismo, te subo al auto y partimos a Rosario
-Tranquilo, ya tendremos tiempo
-¿Cuándo?, ¿Cuánto te resolverás?
-No hablaba de ello, te dije hay que esperar, no quiero tomar una decisión que después me perjudique
-Respeto lo que dices, pero no entiendo, sabes que conmigo no tendrás ningún problema económico, no tengo los recursos de Tulio, pero …. Ahora soy yo quien lo menciona
-Tenemos que esperar, no voy a renunciar a nada de lo que me corresponde
-Bueno, cuando sea el momento, sere el hombre más feliz, podremos estar juntos, siempre juntos
- Te recuerdo, vuelo por Austral, llega 18.17 a Rosario
-Alli estaré y te partiré la boca de un beso
-No seas impulsivo, sabes que tengo compromisos, debo cuidar apariencias, sobre todo en lugares demasiado concurridos.
-Esta bien, en la mejilla, ya te la partiré en el hotel, jajaj
-Ya voy abandonando, me falta ordenar algunos papeles y preparar la valija
-No lleves mucha ropa, para mi una tanguita es suficiente y te veras obligada a estar mas tiempo desnuda
-¿Y saldré desnuda a comer o algún espectáculo?
-Te llevo la comida a la cama, jajja. Esta bien lleva dos o tres cositas. Estoy ansioso de abrazarte. Te amoooo!!!
-Tambien, corto. Hasta mañana. Un beso
-Miles de besos a cuenta
Cuando Ricardo termina de escribir la frase, apare la leyenda: “Clara esta desconectada. Podra leer el mensaje cuando ….”
Quedó algo sorprendido de la rapidez con que se había desconectado. Ya tenia el equipaje listo, saldría a las 7 am, solo tendría que levantarse una media hora antes, una ducha, un café y partir. Desde que se separo de Lucía, vivía en un departamento de tres ambientes, no tenia mascotas, solo unas pocas plantas, que la mujer que hacia la limpieza se encargaría de regalar. Se durmió enseguida
En cambio Clara demoro bastante no solo en los trámites de último momento, sino también ya en la cama, dio infinitas vueltas antes de conciliar el sueño. Los últimos tiempos iban y venían los pensamientos que debería hacer antes de la separación, pero sobre todo revelar la relación con Ricardo, que la pondría en un situación perjudicial para los reclamos financieros del divorcio.
capítulo 14
Tal como Ricardo, había previsto la noche anterior, en media hora está en camino a Rosario, aprovecharía las primeras horas de la tarde para presentar el trabajo realizado con la micóloga de la clínica sobre un nuevo tratamiento de las Micosis superficiales, auspiciado por el laboratorio fabricante del fármaco que lo había invitado al Congreso de Dermatología, con todos los gastos pagos y alguna suma extra que pensaba disfrutar con su amante.
El viaje fue sin inconvenientes, poco tránsito, antes del mediodía se había instalado en el hotel reservado, comió algo frugal, cambio su ropa deportiva por un traje azul camisa blanca, corbata gris con algún toque rojizo, zapatos y medias negras.
En su coche fue al lugar del evento, expuso con éxito su comunicación científica, respondió muchas preguntas de los asistentes y luego fue agasajado por el mismo laboratorio en el salón VIP.
El hombre miraba su reloj, posiblemente la ansiedad del encuentro, le hacía pensar que el tiempo pasaba demasiado lento.
A las 17 hs ya no podía esperar más, prefería la estancia en el aeropuerto a llegar tarde. Se despidió de los anfitriones, salió del edificio, se quito saco y corbata y se dirigió a destino
En tanto, en Buenos Aires, a esa hora Clara estaba embarcando, Tulio la había llevado a Aeroparque, desde allí volvería a su trabajo, en total ignorancia de las verdaderas intenciones del viaje de su mujer.
En horario el avión aterrizo en el aeropuerto Islas Malvinas, transcurrido el tiempo habitual para la recolección del equipaje, Ricardo ve como Clara atraviesa la puerta de los vuelos locales. Se abrazan, solo como si se tratara de encuentros familiares, beso en la mejilla y salen al estacionamiento
Dentro del auto, se besan apasionadamente, aprovechando lo desierto del lugar y el polarizado de los vidrios. Camino al hotel charlan sobre el viaje, pero más que nada la alegría de estar juntos.
En la intimidad de la habitación concretan el encuentro amoroso, tan conversado los últimos días. Toman una ducha juntos y se visten, demorándose con caricias. Salen a cenar, luego un café y una copa en el bar del hotel.
A la mañana siguiente, Clara debía asistir a una reunión con plásticos locales, Ricardo la deja en el lugar y recorre los stands del congreso, lee algunos posters
A mediodía almuerzan juntos y vuelven para disfrutan la siesta, se aman sin saber que sería la última vez.
Arman un programa de paseo por la ciudad, cena y un show de tango, cuyas entradas se habían obsequiado en la mañana.
Salen riendo, abrazados hacia el auto, cuando suenan los disparos que terminarían ocasionado la muerte a Ricardo y lesiones gravísimas a Clara.
capítulo 15
Tulio, hijo único, fue criado con mucho cariño, desde niño le fomentaron el habito por la lectura, tenia cuatro años cuando leía sus propios cuentos, le gustaban los rompecabezas, juegos de armar tipo Mis ladrillos, no era muy afecto a las actividades físicas, por ello los fines de semana la familia organizaba paseos en bicicleta para evitar su sedentarismo.
A los 10 años comenzó a actuar de timonel de su padre y en la escuela secundaria participaba del equipo de básquetbol de su división.
Sus padres estaban muy orgullosos, buen hijo y buen estudiante y finalmente por inclinarse hacia los deportes.
La relación con Clara fue aceptada inmediatamente al ver su felicidad. El nacimientos de los niños había colmado la felicidad familiar. La única que se mostraba contrariada era precisamente la mujer, Tulio hacia todo lo posible por complacerla, y fue quien la convenció de tomar clases de pintura.
Cuando fue nominada para el Premio Nacional encargó a una joyería un dije en oro con la figura del Ángel del cuadro seleccionado, se lo regaló el día de la entrega, ademas de organizar una fiesta para homenajearla.
Solía abandonar sus tareas para acompañarla a presentaciones, para la mujer nada era suficiente.
Tulio había conversado con su hija, a punto de graduarse, en un año le dejaría los consultorios, para descansar, viajar y disfrutar, quería sorprender a Clara en el cumpleaños mas o menos para la fecha en que iba a dejar de trabajar.
El jueves, volviendo de Aeroparque, pensaba si el pacientito que estaba en terapia intensiva pasaba a sala común, tal como venía evolucionado, podían pasar el fin de semana juntos.
La mañana del viernes estaba alegre, el niño estaba mejor y él podría viajar. A mediodía preparó un bolso, fue a Tigre, cuando el ultimo niño fue atendido, subió a su coche rumbo a Rosario.
Llegando, paro en una florería a comprar rosas rojas que tanto le gustaban a ella.
El GPS le indica llegando a destino por la derecha, busca lugar, estaciona, al abrir la puerta ve la pareja abrazados, en lugar de las flores, toma el revolver y gatilla, el ruido generado, aparentemente lo vuelve a la realidad
Tira el revolver, llama una ambulancia, todavía turbado recoge el arma y camina hacia la comisaría.
-Oficial, he matado a dos personas en el estacionamiento del Hotel Plaza
capítulo 16
La llamada autorizada fue a los padres, que a través de sus abogados en Buenos Aires, en menos de una hora tenía a su lado un profesional santafesino asintiéndolo.
Durante el interrogatorio contó la decisión del viaje sorpresa y una y otra vez relató los pasos desde que salio del consultorio hasta la llegada al hotel, lo último que recordaba era ver a su esposa abrazada a Ricardo, los estruendos, y luego el revolver en la mano.
Al confirmarle el fallecimiento de su socio, y el estado de la esposa, se derrumbó aun más, pero en el fondo saberla viva, lo hizo respirar profundamente, tanto la quería.
Fue trasladado al juzgado, después de declarar, reingreso a la celda de la Departamental.
Durante el primer día de detención estuvo callado, solo algunos monosílabos como respuesta a los otros detenidos y lloró, algo que no recordaba desde la infancia, alguna vez había derramado alguna lágrima frente a la muerte de uno de sus pacientes, pero esta vez lloro y mucho.
La defensa se completó entre el estudio de Santa Fe y otro de Buenos Aires, se encaro como "homicidio en estado de emoción violenta", se le explicó que iba a ser difícil pero no imposible, lucharían su libertad lo cual sería más difícil aun.
Sus días allí eran de profunda tristeza, solo interrumpida por la visita diaria de sus abogados y dos veces por semana la de su hija y los padres. El hijo nunca fue.
Se le había permito el ingreso de algunos elementos de confort y distracción. Dedicaba mucho tiempo a la lectura, algunas noches jugaba al ajedrez con el oficial de guardia.
Al dictarse la presión preventiva fue derivado a la cárcel. La superpoblación carcelaria de la provincia, los serios y dramáticos acontecimientos producidos en ellas en los últimos tiempos, sumado al accionar de la defensa lograron su libertad bajo ciertas condiciones.
El dictamen expresaba: " la estancia del acusado en sitios que no reúnen siquiera las mínimas condiciones que permitan respetar la integridad física, psíquica y moral, llegaría a constituir un trato cruel, inhumano y degradante.... se le concede la libertad bajo fianza de trescientos mil pesos (300.000$), permanecerá en el domicilio de la calle...... , residencia de sus padres y será monitoreado a través de tobillera electrónica"
Se completaba con las sanciones en caso de incumplimiento.
capítulo 17
Durante la investigación del asesinato de su esposo, Lucía debió ir a Rosario a ratificar la declaración policial. Estaba en la secretaria a la espera que imprimieran los papeles que debía firmar, cuando entra el Comisario Giménez
-Buenos días, señora
-Buenos días comisario, que gusto…
El dialogo, recién iniciado, es interrumpido por oficial del juzgado, completado el trámite, le entrega un copia, informando que todo será anexado al sumario y excepto que la defensa haga alguna solicitud, no se la citará mas y se despide
-Comisario, parece que termine
-Los trámites son molestos y en estas circunstancias más. ¿Ya se vuelve?
-En la tarde
-Si me permite, la invito un café
-Si, Comisario, muero por un café- termino la frase y se sonrió, era una expresión tan común, no asociada de ningunas manera con la muerte
-Mi nombre es Julio
-Acepto, Julio
Después del café, dieron un paseo por la ciudad y almorzaron juntos
Charlaron mucho, Julio le conto que tenía tres hijos, los mayores mellizos el varon en la Escuela de oficiales de La Plata y la mujer estudiando Relaciones Internacionales en Buenos Aires y otro varon menor cursando el ultimo año del secundario. Era “padre soltero”, si bien la madre de sus hijos había fallecido, nunca se había querido casar a pesar de la insistencia de él.
Lucia no tenía mucho que agregar de la composición familiar, lo había expuesto aquella mañana en el hotel, salvo la anunciada paternidad de Riky y los cambios que estaban haciendo en la casa para su regreso a Argentina
La llevo al Aeropuerto, antes de despedirse, se pasaron los teléfonos, con la idea de verse cuando él viajara a ver a sus hijos
Ya en el avión, Lucía volvió a sentirse contenta, había pasado un lindo día, contrario a lo pensado cuando había sacado los pasajes por los horarios. Hacía tiempo, excepto sus compañeros varones, que no charlaba con un hombre, sobre todo con uno que sabía escuchar y con don de gente.
Estaban aterrizando, sin darse cuenta, muy entretenida en sus pensamientos
Habia dejado su auto en el estacionamiento, con el objetivo de agilizar el regreso, al subir al mismo suena su celular, mira el identificador y atiende
- Hola Julio, me sorprendió
- Tengo que pedirle disculpas por dos temas, siguiendo un impulso te llame, espero no incomodar y segundo por atreverme al tuteo
-No tengo nada que disculpar. Por suerte me tuteaste, me cuesta mucho no tutear
-¿Como estuvo el viaje?
-Tranquilo, ya estoy en mi auto
-Que tengas buenas noches!
-Gracias, igualmente
Se despidieron. Al guardar sus teléfonos, los dos sonrieron
capítulo 18
La casa estaba toda "patas para arriba", a las modificaciones proyectadas hubo que asociarle arreglos en la parte antigua, por deterioros normales. Era Ricardo quien se encargaba del mantenimiento, desde que lo echó, Lucia solo se había dedicado a arreglos de urgencia, alguna pérdida, control de estufas termotanque.
Aprovecho la oportunidad de tener los especialistas trabajando, hizo pintar y cambio del empapelado en su dormitorio.
Cuando le avisaron que ya tenían los pasajes, se podía decir que estaba terminada.
La ventaja de contar con la hermana de Vanesa como arquitecta y la internet, permitió la selección por parte de ellos de los materiales, muebles, hasta la iluminación.
Lucía los fue a recoger a Ezeiza, estaba feliz con el regreso y ver la pancita de la joven la estremeció, para bien
Los futuros padres quedaron asombrados de las reparaciones, en especial el cuarto del bebe, era lo que deseaban y tal cual las habían visto en el AutoCAD. Tendrían la independencia suficiente, además de no incomodar a la dueña de casa.
-Malu, Vanesa y yo queremos hacerte un nuevo pedido
Por un momento, penso nuevamente albañiles, pintores, bueno ellos eran tan dueños de la casa como ella y su comodidad era primordial
- Dime
- No te habíamos dicho, esperamos un varon, al principio pensábamos llamarlo Ricardo, como papa y yo, pero nos parecieron muchos Ricardos, jaja. Será Lucio Ricardo
-Que hermoso, más que un pedido es un halago
-No, no es eso
-Disculpen, me adelanté
-Si estas de acuerdo, nos gustaría que fueras la madrina de bautismo
-Ahora si me dejaron sin palabras. Por supuesto que acepto y se los agradezco
Los meses siguientes compartieron muchas charlas, compras para el bebe. En la casa era todo alegría y tranquilidad, esta última se alteró un poco con la llegada de Bruno desde Ushuaia.
El parto de produjo en la fecha prevista, sin inconvenientes, nació un varoncito sano y hermoso, de 3,100 grs y 50 cm de largo
A las 48 hs fueron dados de alta y la casa volvió a ser un hogar, con olores, sonidos, y desorden propio de la presencia de un niño
Cuando Lucio tuvo dos meses, fue bautizado.
Después de tantos meses de dolor, el descubrimiento de la infidelidad, adaptarse a vivir en soledad, el asesinato de Ricardo, el nacimiento de su ahijado, había dado un vuelco favorable a su vida.
Julio Giménez la llamaba por lo menos una vez a la semana, algún mensajito y en par de ocasiones, realmente dos, habían compartido un día en Buenos Aires, paseando por el Tigre, algún shopping y teatro.
La pasaban muy bien, pero lo habían conversado, el tiempo diría si podían encarar otra relación que solo una amistad.
capítulo 19
El juicio por el asesinato de Ricardo Ramirez y las graves lesiones a Clara, llenó páginas y páginas de diarios y revistas, minutos de televisión, por ser Tulio, un médico muy querido y su familia reconocida en los ámbitos sociales y políticos
El padre había sido diputado al retornar el país a la democracia y la madre participaba de una ONG que ayudaba a mujeres maltratadas.
La excelente defensa, logro un juicio oral y una condena a 4 años, manteniendo la libertad vigilada. Se divorció de Clara, que nunca volvió a caminar. Como parte del arreglo judicial y civil, accedió a hacerse cargo de los gastos del tratamiento en el instituto y más tarde el domiciliario.
Le compraron una propiedad adaptada a sus limitaciones motrices donde vive con el hijo varón, que sigue pintando como lo hacía su madre.
Durante esos años, Tulio continúo viviendo en casa de los padres, ayudó a su hija en sus actividades profesionales.
Se sometió a un tratamiento psicológico, dentro del que se le aconsejó realizar algún estudio, optó por Filosofía y Letras, que le permitía, con permiso del juzgado, salir de la casa a cursar.
Cuando falleció su padre debió gestionar el permiso correspondiente para concurrir al sepelio.
El hijo varón nunca más quiso ver al padre, en tanto que la hija mujer, si bien visitaba a la madre, se quedó con el padre, hasta unos años después en que se casó y esperó la libertad definitiva para darle un nieto y que pudiera acompañarla en el nacimiento.
Tulio siguió ocupándose de su ex mujer, aunque no la volvió a ver. Su amor fue muy grande, como muy grande su desilusión.
Nunca se perdonó lo que había hecho.
Lucía siguió trabajando unos años más, hasta que estuvo en condiciones de jubilarse. En ese tiempo Riky, Vanesa y Lucio se fueron a vivir a Entre Ríos
Fue difícil lograr un acuerdo para vender la casa, demasiado grande para una sola persona, luego de interminables discusiones, porque los muchachos no querían nada de la venta, Lucía logró convencerlos, ella se compro una casa mas pequeña, y dos departamentos que pusieron a nombre de los tres, donde podían alojarse cuando iban en Buenos Aires.
Viajó a Ushuaia cuando se casó Bruno y nacieron sus dos hijos varones
Con regularidad visitaba a Lucio y sus padres, asistió al nacimiento de las dos hermanitas de su ahijado.
Aprovechaba el viaje para ir a Rosario y encontrarse con Julio, compartiendo reuniones con sus hijos y amigos
Retomó el gusto de viajar, conociendo lugares postergados como Grecia y Perú, y algunos destinos más exóticos con Egipto, Turquía, Japón, Tailandia, etc.
Cuando la relación con Julio se encamino a lo romántico, compartieron algunos viajes, disfrutaban, se amaban.
El hombre insistió en formalizar la relación, tal vez convivencia, ante la reiterada negativa de Lucía, no volvió a tocar el tema, aceptando lo que tenían y cuando lo tenían.
FIN
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